El transporte a temperatura controlada es un aspecto crítico en la cadena de suministro, especialmente para productos sensibles como alimentos perecederos, productos farmacéuticos y productos biológicos. La gestión adecuada de la temperatura durante el transporte no solo garantiza la integridad de los productos, sino que también asegura el cumplimiento de las normativas y estándares de seguridad.
Algunas de las estrategias claves para optimizar y acondicionar el transporte a temperatura controlada pasan por:
La elección del vehículo de transporte es crucial. Los camiones y contenedores deben contar con sistemas de refrigeración fiables y eficientes. Además, es importante utilizar tecnología de monitoreo de temperatura en tiempo real que permita hacer un seguimiento constante de las condiciones del ambiente en el que se transportan los productos. Esto no solo ayuda a prevenir fluctuaciones de temperatura, sino que también proporciona datos que pueden ser utilizados para futuras optimizaciones.
El personal que maneja el transporte a temperatura controlada debe estar debidamente capacitado. Esto incluye entender la importancia del control de la temperatura, la operativa de los equipos de refrigeración y el monitoreo. Y es que, en caso de incidencia, debe reaccionar de inmediato y para ello, es preciso que conozca los equipos con precisión. Aquí, la formación continua es casi "obligatoria” para mantenerse al día de las mejores prácticas y las nuevas tecnologías.
La optimización de las rutas de transporte no solo reduce el coste de las operaciones, también minimiza el tiempo de exposición de los productos a condiciones que puedan comprometer su calidad. Utilizar un software de gestión que detalle análisis de rutas puede ser una excelente manera de asegurar que los productos lleguen a su destino en el menor tiempo posible y en óptimas condiciones.
La utilización de materiales de embalaje que ofrezcan propiedades de aislamiento y control de temperatura es fundamental. Las cajas térmicas, los geles refrigerantes y el uso de materiales de embalaje sostenibles pueden ayudar a mantener la temperatura requerida durante el transporte. Además, es muy importante asegurar un embalaje adecuado para mitigar el movimiento de los productos dentro del contenedor.
La compañía de transporte debe estar al tanto de las regulaciones y normativas relacionadas con el transporte de productos a temperatura controlada. Esto incluye conocer los requisitos de la FDA para productos farmacéuticos o las directrices de la OMS para ciertos productos biológicos. El cumplimiento no solo protege el producto, sino que también evita sanciones y garantiza la confianza del cliente.
La legislación para el transporte de mercancías a temperatura controlada en España se basa en una combinación de normativas europeas y nacionales que aseguran la calidad y seguridad de los productos sensibles:
A nivel europeo, hay que cumplir, entre otros, el Reglamento (UE) Nº 852/2004, con normas generales para la higiene de los alimentos, incluyendo el requisito de mantener condiciones de temperatura adecuadas durante su transporte y almacenaje. Se complementa con Reglamento (UE) Nº 853/2004: que regula las condiciones específicas para el transporte de productos cárnicos y lácteos.
En cuanto a la legislación nacional, el principal es el Real Decreto 567/2015 con normas específicas para el transporte y almacenaje de alimentos que requieren condiciones de temperatura controlada.
Implementar un sistema de auditoría y revisión del rendimiento de las operaciones de transporte puede proporcionar información valiosa sobre lo que funciona y lo que necesita mejorarse. Las métricas como el tiempo de entrega, las temperaturas registradas y el porcentaje de productos dañados son indicativos claros para ajustar y optimizar los procesos.
Para llevar a cabo el transporte a temperatura controlada es necesario disponer del vehículo adecuado. En el mercado hay una gran variedad disponible y aunque cada compañía los adquiere y adapta según sus propias necesidades, estas son las principales características que cumplen:
Transporte isotermo: las puertas, paredes, suelo y techo de estos vehículos están acondicionadas con materiales aislantes, para reducir el efecto que puede producir la diferencia de temperatura entre el interior y exterior.
Transporte refrigerado: igual que los isotermo, además de disponer de aislamiento, los refrigerados están dotados de una fuente de frío que permite reducir la temperatura en el interior del cubículo, incluso cuando en el exterior es elevada.
Transporte frigorífico: se trata de un vehículo isotermo dotado de un dispositivo de producción de frío, destinado a bajar la temperatura del interior y mantenerla según las necesidades de cada producto.Generalmente, los frigoríficos pueden mantener temperaturas entre los 12º y los -20º.
Transporte calorífico: dispone de un espacio aislado y, en este caso, tiene un dispositivo de producción de calor, para incrementar la temperatura interior del vehículo, permitiendo elevarla para que no baje de los 12ºC, incluso cuando en el exterior los termómetros se encuentran muy por debajo de los 0 grados.
Por lo tanto, a la hora de realizar transporte a temperatura controlada es imprescindible contar con una compañía como Soapa, que cuida de todos estos aspectos: equipos y tecnología adecuados, personal cualificado y vehículos acondicionados que cumplan la estricta normativa.